Bajo consumo de química
Los gobiernos han sabido centrarse en reducir la contaminación que asola nuestra atmósfera y han aplicado todo tipo de normativas que se encargan de ello. Es por ello por lo que nuestros coches cada vez contaminan menos, tenemos electrodoméstico con menos consumo y toda una serie de elementos que siguen el mismo camino.
En uno de los ámbitos donde también se ha avanzado en el tema de la contaminación es en la limpieza. El problema de algunos métodos de limpieza antiguos es que, a pesar de no ser demasiado eficientes, eran capaces de emitir una gran cantidad de contaminación al medio ambiente.
Imaginemos que queríamos, por ejemplo, limpiar los filtros del motor de un coche. El problema de los métodos antiguos es que no nos ofrecían unos buenos resultados (lo que, a su vez, conseguía que el filtro no tuviera una duración muy prolongada) y además emite gran cantidad de contaminantes al medio ambiente.
Ahora, con todos los controles que hay relacionados sobre este ámbito, esto resulta casi imposible de hacer. Es cierto que todavía nos queda un gran camino por recorrer, pero estamos en el camino para poder conseguirlo.
Entre las últimas innovaciones tecnológicas que menos consumen están las máquinas de ultrasonidos. Sin embargo, hay que seguir algunos pequeños consejos a la hora de utilizarlas para evitar tener problemas.
Por si todavía no lo sabes, las “máquinas de ultrasonidos” no son más que unos recipientes que son llenados de un líquido especial que se va a encargar de limpiar lo que vaya a haber en el interior. El problema viene cuando nosotros intentamos limpiar un elemento en una cubeta demasiado grande.
La cantidad de líquido que vamos a utilizar va a ser excesiva, por lo que no va a beneficiar en nada al medio ambiente. Realmente lo único contaminante que encontramos en las “máquinas de ultrasonidos” es el líquido que se le va a echar: cuando menos cantidad utilicemos de este, mucho mejor.
De aquí se deduce la importancia de ser capaces de utilizar una cubeta que se ajuste a lo que estamos buscando para poder llenarlo del líquido exacto. Tampoco nos tenemos que pasar: si la cubeta es demasiado ajustada, el elemento a limpiar impactará continuamente contra las paredes y se podría llegar a romper (especialmente si es muy delicado).
Utilizándose correctamente, es una de las innovaciones de limpieza menos contaminantes de hoy día.